Cuando visité por primera vez Creu Nova, la primera impresión fue que en aquella casa vivía una gran familia y lo mismo le pareció a mi madre, porque con un día de prueba le bastó para quererse trasladar. A la semana siguiente se instalaba y allí vivió los últimos cuatro años de su vida. Salvo los últimos meses, en que ya no era capaz de comunicarse, el resto del tiempo la vi feliz y tranquila. Hasta el final, todo el equipo tuvo cuidado de ella, recibiendo los mismos cuidados y afecto del primer día. No quiero pasar por alto mencionar la dedicación que también prestan a las familias; personalmente, me apoyaron en los momentos difíciles y acompañaron en los más tristes y dolorosos. Mi más profundo agradecimiento a todo el equipo que hace posible que Creu Nova sea sinónimo de humanidad.
Isabel
En la primavera de 2015 decidimos con toda la familia que nuestro padre debía ingresar en un centro de día pues el Alzheimer avanzaba y nuestra madre no podía estar por él todo el día. Estuve buscando y visitando varios centros en Corbera de Llobregat. Cuando entré en Creu Nova supe que ese era el lugar. Y no busqué más. Mi padre se ha pasado dos años en el centro de día y unos meses en estancia completa. Para nosotros ha sido como si viviera en casa pero mucho mas bien atendido por todos los profesionales que trabajan. La constante comunicación con nosotros, la libertad para poder visitarlo en cualquier momento, todas las actividades que se organizan, la atención tan personalizada y como lo han mimado y cuidado son los rasgos más destacables. Desgraciadamente mi padre nos ha dejado pero tenemos muy buenos recuerdos del tiempo que pasó a Creu Nova.
- Emma Marquez Miralles
"Me encanta vuestra labor y dedicación a los abuelos , porque trabajar para ellos junto a vosotros sería un verdadero lujo"
- Isabel Arroyo Vilches